domingo, 4 de octubre de 2015

Ants (poem)

Buenos días a esta ventana sideral que es el mundo de Ürkumn. Os presento un poema que ha surgido de manera automática, así como el dibujo que lo acompaña. Lo he compuesto en inglés. Como un ejercicio del inconsciente, dejando caer sonoridades como gotas de lluvia. Gracias por leerlo y pasarte por este blog de intentos literarios.

ANTS
                                       Physical objects, changing,  getting older,
                                       hesitating like shadows under sunlight beams.
                                       Wavering wings from cheerfulness to dejection.
Historical reality comes apart. Utterly dead and buried.
Just like reasoning.
Every piece of peaceful thoughts  prepared to go off.
Ready for all dramatic  effects.
Eventuality, as a matter of fact,
is a kind of subrogated trap,
an unexpected womb full of starving crimson worms,
which gives birth to the unfaithful events.
Run out of time which is not historical time.
Neither is the historical reality.
it is merely what no longer matters.
Happenings one after the other
like a marching row of ants
without noticing the hanging boot
over their heads.

Poem by Myriam Soledad Trigueros

sábado, 28 de marzo de 2015

Eléboro negro

Hacía frío y notaba la escarcha en los pies desnudos. La noche caía como un velo glacial sobre los árboles. Sombras umbrías, colores atenuados, casi a punto de fundirse a negro hacían del bosque un lugar inhóspito. Más gélido que una tumba. ¿Dónde había oído aquello de que la oscuridad no viene de fuera? Seguramente en alguno de los grimorios del maestro. Pero en aquel momento bien que venía de afuera  .Aterido de frío carraspeó como una carraca. Sonidos cascados y guturales se mezclaban en forma de graznidos de urraca y risa desafinada de hiena. Su trabajo como ayudante de segunda no había hecho más que empeorar su neumonía crónica aderezándola con toses
espasmódicas que se le escapaban y que le hacían encorvar la postura. "Maldito Orcolan ¿Quién se creía que era para hacerle salir en plena noche a buscar aquellas malditas plantas ? " El vapor helado se escapaba entre palabras de reproche. Aún no había encontrado el maldito Eléboro Negro. El amo se pondría inaguantable. Casi era mejor salir a buscar Lengua de Perro, a pesar de lo urticante que era y su olor a rayos , pero era más fácil de encontrar. Y vaya, el amo perdía los estribos cada vez que no se le llevaba lo que ordenaba. Le azotaría, le quemaría las plantas de los pies y posiblemente le denunciaría al potenciado de la aldea quien lo pondría en la mazmorra para un juicio injusto, con posibles dosis de tortura diaria. Un rápido movimiento en las sombras, un golpe seco en la nuca y un cuerpo muerto que cae al suelo inerte, como un saco de melones. Una gárgola había encontrado lo que buscaba y no era precisamente Eléboro Negro.


MORALEJA: No hay que preocuparse por lo que ha de venir, pues muchas veces es peor el miedo a lo que desconocemos que perdemos pie y dejamos de mirar dónde pisamos. Así, somos más vulnerables a cualquier peligro. El verdadero peligro no está en las consecuencias nefastas que nos carcomen la conciencia de lo que aún está por llegar, el verdadero peligro está en no prestar atención al aquí y ahora. 

Relato escrito por Myriam Soledad Trigueros

sábado, 20 de diciembre de 2014

ARGENTE

En la casa no hay ni un espejo. Está prohibido por la rebelión de las criaturas del otro lado. O al menos está prohibido por nuestro clan. Eso es lo que nos dijo el instructor. Al menos durante las primeras semanas de entrenamiento. En esas semanas repaginamos las instrucciones básicas de programación que nos fueron insertadas. Somos conectados a los 20 años de vida. Ese es el promedio  de los tanques embrionarios. A través del cordón informático nos nutren con información que vamos procesando a lo largo del tiempo y no es necesario alimentarnos de otra cosa. No tenemos familia. No sabemos cuáles son los mecanismos por los que fuimos concebidos y tampoco sabemos quién somos ni para que fuimos creados. Cada “compañía” está integrada por 100 casas, todas iguales. Las paredes pintadas de un blanco sucio que hace daño a la vista. No hay espejos pero si hay cristales. La luz de un sol deslavado se filtra por los laterales. Todos estamos desnudos porque aún no hemos pasado la “Comprobación”. Veo las otras casas. Filas de cuerpos desnudos similares al mío. Me siento en el suelo frío con las rodillas flexionadas esperando a que la puerta automática se abra y vengan a buscarme. Hoy es el gran día, nos llevaran a la sala de los espejos y tendremos que enfrentarnos al otro lado. La mitad de los argentes muere en la Comprobación. “Es la manera de mantener el equilibrio” dijo el instructor la última vez.

by Myriam Soledad Trigueros

lunes, 15 de diciembre de 2014

La primera caida:El fin de Ithura

Una epidemia se extendía como la pólvora sin que nadie pudiera ponerle freno .Las primeras noticias llegaban tarde,demasiado tarde .Primero fue la ciudad de Ithura.Al principio parecían los síntomas comunes de un resfriado pero luego, los enfermos empezaron a perder la voz,los ojos se les ponían de un blanco lechoso,pastosos,como sustancias de mucilaginosas e informes,  y luego morían irremisiblemente presas de fuertes convulsiones y espasmos.Uno a uno los habitantes de Ithura fueron cayendo,hasta que todas las calles quedaron tapizadas de cuerpos sin vida.
Quizás aquel profeta de la Secta de Los Llamados que había estado un mes antes en el pueblo,pronunciando un extraño mensaje sobre apocalipsis y destrucción y el fin de los días conocidos tenía algo que ver.La gente no parecía prestarle atención, pero al tercer día empezaron a verse prodigios en el cielo. Bolas de luz de un color entre anaranjado y escarlata. El consejero mayor del pueblo, le echó de Ithura por alteración del órden público acusándole de practicar artes oscuras.
A las dos semanas empezaron a darse los primeros casos de tan aciaga peste y poco después, los primeros decesos.
Un relato resumido  le habia llegado a "Arcan el viejo" jinete renegado de la Orden de Fiuna , a la par que  Anthakmix  una de las ciudades más opulentas de los  puertos había corría la misma suerte que Ithura.Ahora desde el alto próximo a la silenciosa e inmóvil Ithura,Arcan miraba sobre su Mustang blanquinegro que piafaba nervioso.Estaba allí para recoger pistas y resolver lo ocurrido en los últimos meses.¿Qué encontraría en la silente Ithura? CONTINUARA...

Relato M Soledad Trigueros

lunes, 8 de diciembre de 2014

La montaña,la casa y la nube




Había olvidado el comienzo de la historia, porque todas las historias tienen un comienzo aunque uno, no siempre se dé cuenta que es parte de ellas. Recordaba que allá a lo lejos, sobre el camino sin nombre, un día había llegado y había contemplado una montaña áspera y oscura. Y sobre la montaña , se alzaban los muros desgastados de una vieja casa. Se erguía de mala gana, medio desmoronada pero orgullosa y resistía el inhóspito clima, pues sobre  el tejado y las combadas paredes, había una nube de lluvia perenne. Por únicos habitantes de tan singular morada tenemos a Rob el dragón sin memoria y a Yuna  su gata-luna.

 

viernes, 5 de diciembre de 2014

Poemario otoñal II


Su piel sabía a océano envenenado

y mis caricias , viajeras inocentes,

se subieron a su cuerpo fatídico.

Los besos ,  ignorantes del  funesto desenlace,

fueron los primeros en caer,

víctimas del  naufragio.

Los ojos vidriosos de deseo

se fueron apagando,

y como la orquesta y el barco, 

todo se fue a pique.

Susurran ahora con sarcasmo 

los epitafios en sus nichos marinos de sombra

“Demasiado bueno para ser cierto”.

¿Pero dónde se han visto películas de océanos con final feliz?

Poema escrito por Myriam Soledad Trigueros

martes, 25 de noviembre de 2014

Poemario Otoñal I



ANOCHE se me estalló la tristeza

y me dió de lleno en los ojos.

Tenia un sabor amargo 

y se me escurría por las mejillas.

Al principio dudé. 

Intenté ladrarle versos a la Luna.

Ya saben, como hacen los locos.

Pero no había ni luna, ni perros,

ni versos que ladrar.

Si.Creo que fue anoche

cuando se me estallaron los ojos

de tanto llenarlos de tristeza.

 poema escrito por Myriam Soledad Trigueros